El Refugio de los Cronopios


"Los cronopios, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio."

Julio Cortázar

lunes, abril 23, 2007

Tributo

"Soy una sombra que no reconoce al que era. Siempre me veo de espalda en los bares", dijo, vaciando un poco de brandy a su té. Tenía ojos de sable y barba de clochard moribundo. Recitaba a Hölderlin en alemán. Tenía apenas una maleta de libros y pinceles, el humo de sus cigarrillos, una bata de seda bordada, una gata celosísima y un barco encallado frente al parque forestal. Tenía apenas una estufa, y en el pecho una cicatriz de esternón a diafragma. Tenía una ternura que no había acabado de naufragar, que se asomaba en voz grave, y una brutal prescindencia del mañana.

Ese hombre tenía una risa que hacía traicionar al suicidio y un disco de Chet Baker que no paraba de sonar.

Cronopio escuchando Round Midnight (Chet Baker)

lunes, abril 09, 2007

Aniversario


Encuentra el insomnio debajo de la almohada, entre los ronquidos de un hombre y la enferma certeza de caño en la sien. Maldita suicida, se insulta, y cierra los ojos por costumbre. No es el sexo latiendo, desnudo, todavía inflamado. No es la pierna que le entibia los pies absurdamente fríos de abril. No son las cortinas descorridas con la ciudad pegada al cristal, ni la música como una burla aleatoria y risueña. No el miedo. No la felicidad. Simplemente el olor. El olor terrible de ternura con carcajadas, de cuentos con tabaco, de semen con yanohaymás. El olor de madrugada ahí arriba, de veredas en su primer aliento, de cuerpo conocido, perdido, reaparecido en noche demente, roncando el insomnio de ella. Aspira obsesa, como diluyente o neoprén, como para borrarse el cerebro a costa de consumir.

Él despierta. Fe de errata: Ella lo despierta. Lo sacude, va a huir porque todo huele a él, él apesta a él. Y en la sonata de gemidos para cama y pared, mientras él la toca (pinche zombie resucitada de quién sabe qué pesadilla, pendeja de mierda suave, blanquísima), ella cierra los ojos, el ascensor de su vulva kamikaze lo apresa, mierda, pasa tiro, siente el estallido y se deja acribillar, la muy imbécil, por la nariz.

Cronopio escuchando Wicked game (Chris Isaak)

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