El Refugio de los Cronopios


"Los cronopios, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio."

Julio Cortázar

martes, enero 27, 2009

La pérdida


"Te hubiera dado más de lo que me robas"

Joaquín Sabina

Lo que no está y no perdí, seguro me lo han robado.

No es, obviamente, la primera vez. Me han robado cosas importantes, la mayoría de ellas con mi complicidad. Me han saqueado una y otra vez sin que yo llame a nadie para denunciar.

Cada una de esas veces yo escribí.

Anoté lo perdido, para perderlo un poco menos. Anoté, también, lo ganado, para fotografiar de adentro la alegría de mi alma en ese descubrimiento. Anoté lo incierto, para darle un poquito de contorno. Anoté lo oscuro para verlo, anoté lo claro para irradiarlo.

Yo, que tengo muchos oficios inútiles, encuentro en el oficio de escribidora la única cuerda que me afina y me alinea con mi propia humanidad.

Por eso duele.

Un diario es tan poco, salvo para el que lo ha escrito. Anotaciones literarias, notas de ensayos que no escribí, lágrimas que lloré bien o mal, risas ilícitas de las que me apropié. Cosas de nada que sólo encontraban sentido en mi propia demencia.

Sólo yo tenía el conjuro.

¿A quién podrá servir mi estúpido modo de ser río y piedra, de ser socorro y nunca? ¿A quién mis preguntas sin raíz, mi té sin azúcar, mis sonatas de ombligo y lunares?

Nostalgia de papel.

Ojos en tinta.

El pulso de la memoria.

Yo, apenas.

Y esta orfandad de biblioteca.

jueves, enero 15, 2009

Espejismo


"Nunca te desnudes frente a espejos que deforman"

Pedro Aznar


Es lo que pasa cuando se transitan fronteras demasiado próximas a los cementerios.

Es lo que pasa cuando los comienzos están condicionados a los espiritismos, cuando los difuntos deben ser consultados antes de un ritual de sanación.

Saltan a la piel los trozos de un luto confuso. Se abren los abismos y alguien desde allí gime, se carcajea o vomita.

Creer en la honestidad de todos los espejos es un espejismo.

Esto es, por supuesto, un drama insignificante.

Hay quien se sube a una moto y muere por no atropellar a un peatón. Hay quien llora esa muerte.

Hay una guerra no tan lejos.

Hay una mujer aferrada a la vida, sin huesos.

Hay un pájaro en silencio.

Hay, a pesar de todo ello, razones para desistir calladamente del miedo.

Alguien tose con insistencia. Y en esa tos que sacude la sombra, puede encontrar fin la asfixia, la soledad o la ausencia.

Mientras haya pupilas vecinas, habrá verdades ajenas a los espejos.

Cronopio escuchando Nocturno suburbano (Pedro Aznar)

martes, enero 06, 2009

Pataleta

"¡Me gusta tanto escribir historias!"

Diario de Xi, a los 11 años

Me gusta tanto escribir historias. Y contarlas. Y leerlas y oírlas. Me gustan y me han gustado al punto de preferirlas a ciertas realidades.

"Faire d'histoires" es, en francés, hacer una pataleta de niños. Hacer historias es, aquí y en la quebrada del ají, una pataleta contra el caos y la incomprensión. Un esfuerzo por tejer nudos para hilar realidades o fantasías.

Es la pequeñísima e insignificante rebelión que se esgrime contra el sinsentido un segundo antes de quebrarse con él los dientes. La banderita caprichosa de creer que lo que se ordena se comprende mejor.

Porque esa rara creatividad es también una gota de morfina.

La historia, real o ficcionada (siempre manipulada), es una negación salvadora, la boca que cerramos implacables frente a la cucharada insípida o amarga del devenir sin guión comprensible.

Es pedir, al final de ese plato no elegido, una ínfima golosina.

Yo, pataletosa atávica, amparo el delirio de mi lápiz en ese magnífico derecho a la rebeldía.

Creative Commons License
Esta obra es publicada bajo una licencia Creative Commons.