El Refugio de los Cronopios


"Los cronopios, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio."

Julio Cortázar

miércoles, octubre 28, 2009

Uno no es ninguno

Imagen: "Don't speak", Benny Martini

"Y desafiando el oleaje, sin timón ni timonel
por mis venas va, ligero de equipaje
sobre un cascarón de nuez
mi corazón de viaje"

Joaquín Sabina


Uno se siente pequeñito y cree reconocer una antigua sensación de fragilidad o de trizadura. Uno no quiere que sea así, uno se lo ha prohibido. Pero uno sabe que se ha arriesgado. Porque uno nunca ha creído que querer sea la isla higiénica que se mira sin desembarcar en la orilla.

Uno sabe que la vida es lo que muchos dicen: misteriosa, rara, cabrona a veces, casi siempre sabia a pesar de uno. Uno lo sabe, pero tiene derecho a hacer un puchero. Uno imagina todo lo lindo que pudo haber sido, uno cree que las circunstancias demasiado a menudo son excesivamente jodidas.

Y uno no sabe adónde va el barquito en el que le ha tocado montarse, uno pierde un remo y rema con el brazo, uno saca con las manos el agua que entra a cubierta, uno ve cómo se llena de agujeros y después, con sol, se rellena la brecha.

Uno no tiene idea. Uno cree que decide y es tan poco. Uno tiene miedo.

Uno no sabe qué permanece. Uno no sabe qué se descascara ni en qué momento. Uno hace esfuerzos sostenidos, uno trata, uno busca. Pero uno no basta.

Uno pide que las cosas sean de otro modo: uno quiere facilitar la propia vida y la estorba. Uno se hace trampas, juega con fuego, se repliega, se niega. Uno se quiere un poquito, de tanto en tanto. Y se rebela.

Uno no quiere jugarse la única carta fundamental a la suerte. Uno no quiere que todo sea un despropósito, sino algo distinto. Uno no sabe verse las cartas.

Uno se queda quieto. Uno cierra los ojos. Uno oye a Camila Moreno cantando que hay cosas que no se rompen (como mi corazón que ama).

Uno no está seguro de que eso sea cierto.


Cronopio escuchando
Hay cosas que no se rompen (Camila Moreno)

martes, octubre 20, 2009

La subversión del sueño

"Te voilà déjà dans mes bras...
Le lit arrive en avalanche....
Sur l'écran noir de mes nuits blanches
Où je me fais du cinéma,
Une fois, deux fois, dix fois, vingt fois,
Je recommence la séquence
Où tu me tombes dans les bras..."

Claude Nougaro



"Estoy en camino", dice el mensaje, a las 4:54. Ella se despierta, se sobresalta. Lee, feliz e incrédula. Oye los pájaros que se desfasan cantando y cierra los ojos, pero no duerme más.

Y luego, entre la bruma, el gato que maúlla, una puerta que se abre, una puerta que se cierra y la quietud. De pronto un rayo de luz le cae en el ojo, ella lo abre y descubre un rostro lleno de risa. Un rostro conocido, esperado, rostro de porfín, acametienes, queganastenía, casicreíqueno. Ahí está.

Ella tiende sus brazos hacia ese rostro, como la niña que es, y él se inclina y la sostiene y la besa suavecito, y no la desnuda ni le rasga la ropa como se podría imaginar por sobreabundancia de Corín Tellado. En cambio, se desnuda él. Y se acuesta junto. Y la abraza y le huele la nuca, porque conoce bien su olor.

Se hace un silencio lindo. En él, cierran los ojos, alegres, los dos.

Y cuando amanece, no se atreve a girarse en la cama, tiene miedo de los cuentos que se cuenta cuando duerme y estira los dedos lento, buscando, y se concentra y piensa despacito: por favor.


Cronopio escuchando: Cinema (Claude Nougaro)

martes, octubre 06, 2009

Pájaros (II)

"Pájaro, me despertaste
pájaro, no sé porqué."

Lhasa de Sela


No, no. A mí no me gustan los pájaros. Al menos en las noches. No me importa si se supone que a esas horas no transitan, si no me quieres creer. Vienen a romperse el cuello, a estrellarse contra los vidrios una y otra vez. Vienen heridos o confundidos, siempre antes del amanecer.

Y tú me preguntas por qué insisto con los pájaros, qué quieren decir. Y yo: pues mira, no sé. Sólo sé que no me los invento, porque anoche volvieron y se supone que yo tenía que derribarlos. Pero no pude, no les disparé. Entonces se lanzaron a la arena y al agua, ahí, a la entrada del mar, como para traspasar la barrera y pasar del vuelo al nado, tal vez.

Al menos ahora tienen alas. Falta que las usen bien.

Te digo que no me gustan cuando oscurece. Son pequeños kamikazes, ¿comprendes? y yo intento detenerlos, abrir los vidrios, salvarlos, hacerlos vivir.

Te has acostumbrado a que yo esté loca en algunas horas del día. Me escuchas en silencio y haces con la cabeza que sí.

Y dices que a veces es tanta la fuerza de lo que sucede, que uno se queda sin elección.

Te creo.

Porque si intento taparme los ojos para no verlos, me vuelvo súbitamente una golondrina o un colibrí.


Dibu: Nicoletta Ceccoli. "Crows".

Cronopio escuchando:
Everybody's gotta learn sometime (Beck)

Y también:
El pájaro (Lhasa)

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