El Refugio de los Cronopios


"Los cronopios, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio."

Julio Cortázar

jueves, julio 12, 2007

El funeral


Ahí están, pobrecitas. ¿Te acuerdas, cronopio cronopio, de ésas dos? Tenían los ojos enormes y una sonrisa tan transparente que dolían las pupilas. Si las mirabas de cerca veías circular la sangre desde el corazón hacia las manos, desde el corazón a las palabras, desde el corazón a los parques, desde el corazón a la ciudad. Las muertecitas. ¿Te acuerdas cómo se abrazaban de mañana, empapeladas de ojeras, intoxicadas de té, taradas de sueños?

Ésa, cronopio, fue la que cayó primero. Se dislocó el cuello, se rompió el cráneo, se quebró las alas, se quedó sin huesos. Ella, que está ahí ahora, desnuda con su falda roja, envuelta en un poema. Y todavía fue a su cita con la otra, que aún estaba viva, y le reconoció en la demencia el sello de la muerte. Lloraron, cronopio, ¿recuerdas? Y tuvieron razón, porque luego las sepultó el invierno sin lápidas, y ellas siguieron resistiéndose al epitafio, hasta que se les agusanó la piel y se les cayó el pelo y se pusieron verdes escribiéndose siempre la cita podrida de cada día. Se veían la una a la otra, cronopio, y creían las muy ñoñas que tal vez existían, cuando nunca jamás fueron tan irreales.

Ahí están, pequeña. Las niñas imaginarias con sus amores imaginarios y sus historias imaginarias. Con sus verdades vergonzosas y su ejército de pañuelos desechables. Resistiendo anda a saber tú por qué, aferradas la una a la otra, de la mano, las muy idiotas, y con la ternura por único escudo. Anémicas, dementes, vacilantes como perras envenenadas, perdiendo sangre por entre las piernas. Ahí, ahí están. Esa con el vientre roto, con los oídos reventados y los pulmones llenos de mentira y agua, ésa fue la segunda que cayó. Míralas cómo quieren resucitar, cronopio, y lo mejor es hacerles ahora mismo el funeral.

¿Las enterramos juntas, cronopio? No, tienes razón, cada una en su ley. Pero pongámosles una cita de la otra, una prenda; después de todo sólo entre ellas no se regalaron traición. Dejemos a ésta debajo del árbol, mirando a ese balcón. De noche puede que su cadáver suba a buscar cuentos, puede que articule todavía gemidos, que aprenda a decir no. Ahora enterremos a esta otra, cronopio. Aquí, en la calle de los besos, con su banda sonora de Sabina y sus mentiras favoritas en la mano, junto con un botón. Que repita errores hasta que acierte, que desista, que abra la fosa y se trague los monstruos de las dos. Dejémoslas con sus nimiedades. Regalémosles las flores más hermosas que encontremos, este es su funeral.

¿Las extrañas, cronopio? Yo también. Pero les tengo miedo, con su vocación de desamparadas, de suicidas de tiempo completo, con sus mantras de zombies del amor. Quiero dejarlas entre el parque y los recuerdos, mi niña, qué lindas son las muertecitas ahora que (tal vez) ya no nos duelen más. Y dejarlas cerca, de todos modos, por si, muertas y todo, lloran y gimen y exigen todavía otro poco de dolor.

Dame la mano, cronopio. Acá tú y yo. Acá enteras. Acá reales, cronopio, idiotas siempre, peores pero hermanas, mentidas pero vivas, un poco, a ratos, tal vez. Dame la mano, cronopio, cerremos juntas la tumba, ahí tú y yo, acá tú y yo, cronopio, sin lágrimas, dejémoslas con epitafio, sin cruz, por fin, y vámonos, tú y yo, cronopio, a seguir nuestra conversación, cronopio cronopio, amiga, alter, Ivonne.

18 Salenas, treguas y catalas:

At 1:09 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

Ya lo decía el gran sevillano "Dios mío! que sólos se quedan los muertos!"...pero ¿Y lo vivos? Los cementarios son hogares para ir de visita, para pensar en una mudanza...nada más... llevar flores, noticias, bombones... a nosotros mismo...
Pero a pesar de todo, no hay peor muerte que la propia. Por eso, al leer sobre la muerte de dos entrañables partes tuyas, te doy mi sentido pésame, sumo mi pesar a lo que queda de tí, Xime, a tus sueños que aún resisten la guadaña... a tu alma fugitiva, a tus zapatos de "ir al cementerio", a tus negros cronopios enlutecidos...

 
At 9:37 p. m., Blogger Explorando dijo...

...cuanta tristeza...

...lloro y no se porque...

 
At 12:15 a. m., Blogger campesina dijo...

Vi, no sé por qué, en estas muertas a G.Millán,en sus días de muerte, de muerto, cuando se hizo suicida, a su modo.
También lo extraño, cronopio, y me ayuda el funeral de las niñas imaginarias, para enterrarlo a su lado, por si pide todavía más dolor

 
At 6:40 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Y la evidencia que siempre estuvo, pero tú con los ojos demasiado abiertos, con la luz incrustada en las pupilas, imposibilitada de ver la sombra. Y yo al ladito, sin recordar la advertencia de mi buen ladrón que hace años me adivinó el pasado: "Te robé porque cantas en las calles. Las que cantan en la calle siempre confían". Sabio el colorín Jorge, con su balazo en la rodilla y las pupilas sin asombro (camina calladita, deja de tararear. Creo que hay asaltantes en los rincones y ya sabes,creeremos, despertaremos en sus camas con el ombligo al descubierto. Y habrá frío, porque nos sacarán la piel, el pelo y las tripas. ¿Dónde están nuestras vísceras?)

 
At 12:38 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

 
At 3:37 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Había dicho, pero suprimí. Quisiera ser dueña, por un momento de alguna palabra, que sea exactamente lo que quiero decir, pero no la tengo. Este texto es catástrofico para el lector. Un sinuoso sendero que te lleva a abrir los ojos, para ser una con la muertecita. Me gustó, lo disfruté con lágrimas incluso, profunda tristeza y una belleza encantadora, para qué negarlo. Cronopia, me gusta mucho este texto.

 
At 12:42 a. m., Blogger Carlos Giovanni Larach Rovegno dijo...

Hola., comuniquémosnos, ¿te parece?

Saludos
Carlos L.

 
At 2:24 p. m., Blogger Carlos Giovanni Larach Rovegno dijo...

tienes msn? el mio es larachca@hotmail.com / carlos.larachrovegno@gmail.com

me encantaria conocerte..

saludos carlos larach

 
At 10:35 p. m., Blogger campesina dijo...

cronopia, tengo que decirte que sugerí algunos de tus post para ser incluídos en una antología de cuentos de blogs y claro, se incluyeron. Si puedes, dime dónde puedo enviarte más datos y/o pedir tu autorización por si pueden publicarse.

 
At 4:53 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

Que increíbles imágenes, pude dibujarlas...gracias
(y por la música también)
Saludos

 
At 1:06 p. m., Blogger XXX dijo...

Yo... bueno... yo me sorprendo, tú te sorprendes, él...

Yo no sé de esta chica Ivonne. Es decir, las personas experimentan tantas transformaciones y eso es tan rico.

Aparte de eso, nada puedo decir.

Me gustaría que me visitaras. Logré lo que no podía lograr, aunque me encontré despistado ante la posibilidad real de reinaugurar.

Perplejo

 
At 2:26 p. m., Blogger Pamela Bram dijo...

.


hacía tiempo que no estaba
cruzando nubes
de cronopios y cronopias

y ahora vengo
y es como abrir libros
y desempolvar sonrisas




.

 
At 5:37 a. m., Blogger Rafael dijo...

Yo no las "mataría" aún.
Hay que darle una oportunidad más a la cuerda locura.
Quizás solo sea una especie de catatonismo, algo pasajero.
Esperemos.
Besos, Xime.
¡¡Viva siempre mi Chile lindo!!

 
At 9:21 p. m., Blogger Morocco dijo...

"envuelta en un poema". Ojalá me buske así mi muerte, vestida de poema...

 
At 8:02 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Ay cronopia. Que fuerte sigue siendo este texto, vuelvo a leerlo cada vez que puedo, ya te he dicho, lo he archivado entre mis cosas preferidas. Ahora habrá que superarse a una misma en la escritura no ?
Besos.

 
At 12:47 p. m., Blogger Imposivle dijo...

que no estaban muertas que es que estaban dormidas

 
At 12:50 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

La muerte y los cronopios, menuda combinación, le aplaudo fuerte y me voy silbando bajito...

saludos.

 
At 8:04 p. m., Blogger Carlos Giovanni Larach Rovegno dijo...

Toda ciencia tiene su propio objeto. En este caso, el objeto de estudio de la ciencia política son los hechos políticos, y como éstas son siempre un producto humano, podría hablarse con mayor propiedad de actos políticos. La política es ciencia porque tiene un método científico que conduce al conocimiento objetivo de los hechos políticos. No trata sólo de valorar o legitimar ciertas formas de organización política, sino también de describir la realidad social que lo rodea.
Leer a Easton

 

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