El Refugio de los Cronopios


"Los cronopios, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio."

Julio Cortázar

miércoles, mayo 29, 2013

Estadísticas

Foto: My Love - Jennuine Captures


La gente ríe entre sonidos de cubiertos y de copas. Hay en el aire una liviandad que no se condice con la tormenta que ruge afuera de la ventana, afuera de la fiesta, afuera de la cava de piedra, del refugio en el que sentimos que somos muchos pero en verdad somos muy pocos.

Le acaricio el pelo entrecano largamente y le pregunto si es feliz.

"En un 95 por ciento", responde.

Y claro, en ese cinco por ciento hay dos mundos quebrándose. Hay escombros, esquirlas y estruendos.

Uno podría creer que ese 95 por ciento es casi el total de la realidad.

Pero luego aparece la imagen del 99 por ciento del mundo indignado con un uno por ciento de lujo desmedido, de abuso, de grosera acumulación. Pienso que un uno por ciento puede poner en riesgo la alegría de un planeta completo.

Cierro los ojos un segundo, redimensiono el cinco por ciento y balbuceo un minúsculo ruego. 

lunes, febrero 28, 2011

Romance de solapas

Foto: Reading - Paul Bence / Licencia CC

Ella llevaba un libro de Almudena Grandes. Él, uno de Juan Villoro. Ella llevaba zapatos rojos. Él, zapatillas negras. Entraron apenas se abrieron las puertas. Ella se sentó, él quedó de pie frente a ella.


Él miró de reojo el libro de ella, y le gustó. Ella miró de frente el libro de él, y le gustó. Media estación después, él puso su zapatilla junto al zapato de ella, tocándolo por la punta. Ella no movio el pie. Y un calor determinante empezó a fluir desde el dedo del pie hasta las manos, desde las manos hasta los libros y desde los libros hasta el aliento. Si un sobresalto lo hacía separar el pie, lo devolvía de inmediato a su posición deseada.


Así anduvieron los lectores, los ojos clavados en el papel, el pie clavado en el piso, seis estaciones completas, con un romance de solapas y sin verse nunca el rostro.


Cronopio escuchando Thought of You - The Wheepies

lunes, diciembre 27, 2010

Separación

Foto: Red riding hood. Michelle Yarham

Cuando ella se separó, las otras sintieron que el mundo se les venía abajo. No es que fuera tan amiga, aunque lo suficiente para que su suerte les apretara el vientre. Con todo, el tema era otro: ella era de esas que no se separan. De esas que, crucifijo en mano, están dispuestas a tolerarlo todo con tal de no dividir una familia ni dar mal ejemplo a las hijas.

No le pidieron detalles. Estaba claro que si alguien eligió la separación, no fue ella. Y hablar de eso, cuando se ha sido y creído la postal de la familia perfecta, duele muchísimo.

Por eso las otras se echaron a temblar. Hicieron inventario de sus activos y eran bien pocos, bien pobres: ni eran católicas ni eran dóciles. No estaban dispuestas a todo, aunque más de una vez hayan sido perfectamente avasallables, hasta la vergüenza.

Cuando hasta las que hacen de la fe una montaña quedan debajo de la gruta, ¿qué queda para las descreídas, las ilusas, las ateas, las torpes, las boconas?

Qué queda para las que son apenas un destello, que enarbolan nada más que una palabrita, amor, como una hojita al viento?


miércoles, octubre 20, 2010

Geometrías

Foto: Rez

Lo primero es no mentirse. Al menos eso. Después, esforzarse en que lo que duele no corte. Hay sueños que, sin previo aviso, ponen cara de pesadilla. Hay recuerdos que no sirven más que para mordisquear la nostalgia. Hay porfías que se enquistan en el alma y después no tienes cómo sacarlas sin que sean un estropicio de carne y sangre.

Hay renuncias que te mejoran y excusas que te salvan. Hay rabias que te tapan la pena y hay palabras que son mejores guardadas.

Las geometrías internas cambian lentamente. Pero a veces pasa. Y tú puedes, un día cualquiera, despertarte y decidir que los círculos son más alegres y que los triángulos ya no te van.

Aunque tarde en cuadrar.

Cronopio escuchando Cumbia triste (Villa Cariño)


Get this widget Track details eSnips Social DNA

lunes, octubre 04, 2010

Anatomías invisibles



Dibu: Temporada de ventanas. Por Mel

Es mentira que el alma no duela. Es mentira que sea una ficción inespecífica, que no tenga asiento corporal. Yo te voy a decir dónde tengo el alma: acá, justo entre el hueco del cuello y el diafragma. Acá, donde siento un hoyo que duele. Acá, donde los vacíos están repletos de sentido y, a veces, cortan con mega filo.

No sacas nada con explicarme. No saco nada con explicarme. Entender es una cosa y sentir es otra que puede no parecérsele ni un poco. Yo entiendo todo, ¿ves? porque juego a ser inteligente. Pero siento como si no entendiera nada. Entonces poco me importa si tú a eso le dices disociada, o cabezadura, o indiscreta.

A mí el alma me duele barbaridades, y por eso me invento síntomas entendibles para racionales. Funciona perfecto. Si alguien me pregunta qué tengo, puedo decir "reflujo", en vez de "silencio forzado". Así, usted puede darme una pastilla para los jugos gástricos y yo tomármela, como si otras aguas no se desbordaran más.

Y también, si te despiertas llorando una noche, puedes decir que la pesadilla fue culpa del dolor de guata. Aunque nadie comprenda por qué lo que te sobas está justo debajo de la garganta.

Cronopio escuchando Y vos adónde estás (Lisandro Aristimuño)

Get this widget Track details eSnips Social DNA

martes, septiembre 28, 2010

Invisible

Foto: Grevel

Me obsesiona escribir un texto invisible. No completamente: un texto de invisibilidades intermitentes. Un texto en el que cada persona vea una algo, pero se le oculte lo demás. Algo como una gran carta abierta a todos, que en realidad sea un mensaje personalizado. Un texto en el que usted lea una historia, que en realidad es otra, para otra persona, pero usted no lo sepa jamás.

Cada uno leería las palabras que le corresponden y punto, y yo sabría que ni me van a pedir cuentas por lo que dije ni nadie va a venir a reclamarme coherencias que no tengo.

Poder decirlo todo, todo, de una buena vez y en público. Y que llegue en frecuencia diferenciada a cada oído.

Un texto lleno de ventanas y de juegos de espejos, donde nadie llegue al mismo sitio, pero todos puedan entrar.

Quiero escribir algo que sea cierto.

Pero eso, lo sabemos, sería muchísimo más dramático que este silencio.

Cronopio escuchando Esta boca es mía (Joaquín Sabina)

miércoles, junio 30, 2010

Des-contexto

Ilustración: "Abismos (parece cerca)" - Mel


"Todo lo que diga está de más
las luces siempre encienden en el alma"


Fito Páez


No existe el mejor contexto, dijo y ella le encontró razón.

Sentada al otro lado de la misma mesa, tan mal vestida, tan leve parada sobre una rejilla del metro con vistas al vacío, supo dos cosas: la primera, que quizás volvería a tener un alma. La segunda, que podría fácilmente perderla.

En algún lugar de toda persona enamorada habita un kamikaze. Y ella lo vio venir en su avioncito, a toda velocidad y de ojos cerrados.

Pero era tan lindo tener alma. Y lucirla por los cerros llovidos, desde lo alto, mirando el mar. Permitirle soñar un poco, con el brillo en los ojos y la timidez tan amistada con la osadía.

Si le cuento lo que viene después, usted pensará que todo quedó en nada. Sacará conclusiones rápidas sólo porque no escuchó el ruido del choque ni de la caída. Usted creerá que le miento si le digo que no fue como lo pensaron, pero pudieron volar de cualquier modo.

Usted creerá que ellos se quedaron sin alas.

Yo le diré que no es cierto. A veces se vuela y ni siquiera se está preparado. Nadie ve.

Después de 365 giros, estaban todavía con un té, todavía en la misma mesa. Él le tomó la mano, confirmando, reconociendo. Nada es lo que se planea, pensaron. Y ella repitió: no existe el mejor contexto.

Cronopio escuchando The sword and the pen (Regina Spektor)

Creative Commons License
Esta obra es publicada bajo una licencia Creative Commons.