El Refugio de los Cronopios


"Los cronopios, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio."

Julio Cortázar

viernes, octubre 01, 2004

Abusos desconexos

Me gusta salir con el papá, pero me carga que me suelte la mano. Siempre me hace lo mismo, me lleva a los juegos o al mall y me suelta. Yo me entretengo jugando y después agarro a cualquier caballero. Me equivoco todo el tiempo, y a él parece que le gusta, porque se ríe y me toma en brazos y me hace cariño y me dice que eres lesa y se sigue riendo. A mí me da rabia porque la que hace el ridículo soy yo, él puro se entretiene.

Lo que pasa es que como soy chica, lo reconozco de la cintura para abajo, o sea, por los pantalones y el cinturón. Mi papá es panzón, como casi todos los papás, y el fin de semana, que es cuando me va a buscar, anda siempre con jeans, igual que los otros señores de edad como él. Por eso me confundo. No porque sea lesa, como dice él, pero no saco nada con explicarle, porque me dice lo mismo. Lo bueno es que me lleva al cine y al Mampato y a comer cosas ricas que no le podemos decir a la mamá porque nos reta. El otro día fuimos a ver una película de monos y él se quedó dormido. Yo no le dije nada porque estaba entretenida, pero cuando se puso a roncar lo desperté con un codazo y se enojó mucho. Yo le iba a explicar lo del ruido, pero ni me escuchó y me pasó la bebida con odio.

Y después siguió roncando. Cuando me va a dejar en la noche siempre me dice que me porte bien y que me quiere mucho, y me da hartos besos, dice que para que me duren toda la semana. A mí me hace cosquillas la barba, pero le doy besos y lo abrazo bien apretado, porque yo sé que a él sí que le tienen que alcanzar.

Con la mamá es distinto. Casi nunca me compra cosas ricas, sino que puras frutas, porque dice que son más sanas, y yo no sé por qué siempre lo sano tiene que ser lo más malo. Me hace cariño todo el tiempo, pero también todo el tiempo me reta, que siéntate bien, que no masques con la boca abierta, que junta las piernas, que no te ensucies, que lávate las manos, que apaga la tele. Ella dice que me tiene que educar, y pela al papá cuando yo le digo que a él no le importan esas cosas, y dice que para él es fácil porque me ve poco. Una vez yo le dije que entonces también debería verla poco a ella para que no fuera tan mandona, y me pegó en la boca y se puso a llorar y yo también porque me dolió el palmazo. Pero después como que se le olvidó todo y me tomó en brazos y dijo que me iba a poner muy linda y me peinó y me echó crema en las rodillas que las tengo siempre partidas.

Lo rico de salir con ella es que nunca, pero nunca me pierdo. A veces me suelta también, pero ella es bien flaquita, y se pone unos vestidos largos que me encantan porque se ve distinta de las otras señoras y aunque mi papá se ríe de ella porque dice que es tan alternativa a mí me gusta igual. Pero lo que más me gusta es que no le confundo las manos, porque tiene las uñas largas y siempre bien pintaditas y suaves, y los dedos largos. Cuando yo era más chica y mi papá vivía con nosotras yo me acuerdo que le decía que tenía manos de reina. Ahora no le dice más eso. Yo tengo una foto cuando era chica, tenía como tres años, y estábamos en la playa y mi mamá me está poniendo el gel para que no me queme. Me encanta esa foto porque sale mi cara y la mano de mi mamá, y nada más.

Hace poco, cuando era el primer día de clases, la miss nos hizo dibujar a la familia y hubo un tremendo problema por mi trabajo. Yo hice a mi papá con la cabeza bien chica y la guata grande, porque la tiene grande, y lo más grande es los pantalones, porque es lo que más le miro y lo que primero le dibujé. Y a mi mamá la hice delgada y con las uñas enormes, porque son lo que más me gusta. No sé por qué, pero se las pinté rojas, y salpicó un poco el papel. Yo encuentro que quedó lindo, pero la miss me llamó aparte y me llevó donde la sicóloga que es simpática, pero rara. Me preguntó si mi mamá me pegaba mucho, si me rasguñaba, y si mi papá me hacía demasiado cariño. Yo le dije que sí, que mi papá me hacía un montón de cariño, sobre todo los domingos, que no estábamos con la mamá. Ahí ella como que puso una cara media morada, y me hizo tantas preguntas que me asusté y no le contesté más. Entonces me pasó unos juegos que yo tenía que armar y me dio unos dulces. Lo pasé bien ese día porque no fui a clases. Me pidieron que no le dijera nada de eso a la mamá, y yo igual no le iba a decir, porque típico que me reta cuando no voy a clases. Cuando me fue a buscar en la tarde, la miss la saludó bien seria.

Al otro día me volvieron a llevar con la sicóloga que se porta como una amiga, pero vieja. Me dio más dulces y me hizo más preguntas de cómo era mi vida, cómo me trataban y todo eso. Quería saber si yo hacía cosas escondidas con el papá, y yo le dije que sí, pero que no le podía decir porque eran secretas, y que si mi mamá sabía nos iba a retar y a lo mejor nunca más iba a poder ver a mi papá. Yo estaba pensando en las comidas que comemos, pero ella dale con que le dijera y yo no, porque es un secreto.

Después hablamos de la mamá. Me dijo que si estaba contenta con ella y yo le dije que más o menos, porque me acordé que justo ese día ella me retó no me acuerdo por qué. Me preguntó si era agresiva conmigo. Yo no sé qué quiere decir “agresiva”, pero me dio vergüenza preguntar, porque soy la primera del curso, así que le dije que sí, y pensé que todas las mamás deben ser así con sus hijas. Me preguntó por qué le había dibujado las uñas rojas y yo me encogí de hombros y le dije que a lo mejor tenían sangre por hacerle una broma y me puse a reír y ella se puso tan seria que me dio miedo.

Al final me preguntó qué pensaba yo de mí misma. Yo le respondí que me encuentro sucia; se lo dije porque mi mamá siempre me reta porque ando toda cochina después de jugar con el gato. A ella le dio ataque, yo creo que porque en el colegio hablan un montón de la limpieza.

Después citaron a mi mamá, y le dijeron algo del maltrato infantil, y unos abusos desconexos y un montón de palabras extrañas que uno escucha en las noticias. Le pasaron el dibujo y ella se puso a reír y le explicó que mi papá es gordo y que a mí me llaman la atención los pantalones y las manos de ella. También le dijo que los domingos el papá me hace más cariño porque son separados. Me carga que diga eso porque la gente me chasconea como diciendo pobrecita y me da pena y me siento pobrecita. Al final la miss se rió y me preguntó por qué no le expliqué desde el principio y a mí me dio rabia que ella no entienda nada.

Lo bueno fue que mi mamá quedó tan contenta que llamó al papá y le dijo que le tenía que contar algo y él me fue a ver y eso que era jueves y almorzamos todos juntos y eso definitivamente fue lo mejor.

1 Salenas, treguas y catalas:

At 4:51 p. m., Blogger Pancha dijo...

Xime, que bueno que abriste tu propio blog!!!! Así podemos hacer un montón de comentarios una de la otra...
El cuento definitivamente me encanto!!!!
Panchula

 

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