El Refugio de los Cronopios


"Los cronopios, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio."

Julio Cortázar

lunes, agosto 01, 2005

La fonda VIP

Ya sé. Es una vergüenza. Hace demasiado tiempo que no escribía nada en este lugar. Me doy con un canto en los dientes, pero créanme que no ha dependido de la voluntad. Ni siquiera de la inspiración. Simplemente me he transformado en una esclava a tiempo completo de distintos proyectos, trabajos, trabajillos y pitutos. Sorry.

Mientras ahorro minutos para escribir la próxima columna, que versará sobre mis experiencias del tercer tipo con escritores, transcribo esta otra, que publiqué hoy en El Mostrador.cl bajo un seudónimo...



Hasta hace no tanto tiempo, la designación VIP quería decir Very Important People. Eso significaba gente realmente importante, influyente, aunque se tratara de una discriminación odiosa que la mayoría de las veces nos recordaba nuestra condición de seres comunes y corrientes, sin derecho a salas especiales en discotheques, aeropuertos y boites.

En honor a la verdad –y para que no se crea que me interesa mantener esa distinción elitista, clasista y contraria por completo a mi forma de relacionarme con el mundo-, hay que decir que siempre se ha tratado de una brutal y terrible constatación de la brecha que separa a esos pocos elegidos del resto de los pelagatos.

Si la denominación “VIP” ya me parecía absurda, ahora, además, me parece mentirosa. ¿Se han fijado en la fiebre de lo VIP en la televisión? Cualquier cosa merece el calificativo. Nos vendieron la mula con una versión remozada de La Granja, haciéndonos creer que se trataba de “famosos”.

Es cierto que en un país chico, maletero y chupamedias como el nuestro ser conocido no cuesta demasiado, pero aún así, a la mayoría de las personas reclutadas en el encierro de Pirque les habría quedado mejor el adjetivo "chanta" . ¿Javier Estrada? ¿Quién sabía algo de él, además de su tendencia a rasgar vestiduras en el escenario? Que ahora todo Chile lo conozca (y la mitad femenina lo ame) es otro tema, pero cuando llegó no era precisamente un tipo que tuviera que andar con escolta. ¿Y Elektra? ¿Era realmente un rostro de referencia en nuestro jet set rasca, siquiera? Poco me interesa –para estos efectos- si las personas elegidas son buenas o si resultaron ser atractivas mediáticamente a la larga, pero no andemos con cuentos: La Granja 2.0 era de “famosillos” y eso; jamás VIP.

Y si saco esto a colación es porque desde hace poco más de una semana se viene promocionando otra supuesta conjunción estelar televisiva: Rojo VIP.

Seamos serios: nadie puede pensar que, a estas alturas, alguno de los concursantes del “Rojo de los famosos” es realmente más famoso que cualquiera de los que están desde hace ya tiempo en el programa de Rafael Araneda. Si las galas se pueden programar tranquilamente un fin de semana, si los cantantes del espacio han revitalizado la industria, si una niñita de seis años puede vender miles y miles de copias es porque ellos sí que son conocidos.

¿Alguien podría decir que a estas alturas Buddy Richard convoca más gente que Mario Guerrero? ¿Quién podría pensar honestamente que Patricia Frías es más VIP que María Jimena Pereyra?

Bien lo saben los que se negaron: una cosa es la nostalgia y otra cosa es querer hacer pasar gato por liebre. Zalo Reyes fue cauto: la experiencia de comerse una cebolla bajo la hipnosis de Tony Kamo sólo por el espectáculo lo dejó curado de espanto y esta vez dijo que no. Cecilia, la incomprable, tampoco quiso entrar en una competencia con sus compañeros de generación, y se abstuvo en nombre de la dignidad de los ídolos.

María José Quintanilla es la cantante que más discos vendió en Chile en un momento. Se llevó una gaviota en la Quinta Vergara y tiene un programa para ella sola: Rojito. ¿No es eso más fama que con la que cuenta a su haber Wildo, por ejemplo?

Concedo que hay baluartes de la canción, viejas leyendas que tuvieron su momento de gloria. Pero son eso: viejas leyendas. No sé si a estas alturas valga la pena poner a Luis Dimas a pelearse el escenario con Cristóbal. Y, personalmente, me asombra y me entristece ver a Óscar Andrade –a quien admiro sinceramente- en esas lides.

Con justa razón REC ha decidido hacer una “Micro VIP”. Cualquier cosa puede entrar en la categoría ahora, y me pregunto si no será tiempo de desechar una clasificación que, además de nacer marcada por la discriminación, a estas alturas ya no dice nada.

Y para los “creativos” que siguen la corriente, algunas ideas gratis. Una “pichanga VIP” entre jugadores de segunda división; una “fonda VIP” con estrellas como la tía Pucherito, Pat Henry, René de la Vega (¿recuerdan? “Vaaaaas, chica rica...”), el Dandy chileno, Pancho del sur, Karen Paola y Willy Benítez. También podría hacerse una kermesse VIP internacional, con invitados como Melody, Pablito Ruiz, Xuxa y Paolo Meneguzzi. Todo un suceso.

0 Salenas, treguas y catalas:

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