El Refugio de los Cronopios


"Los cronopios, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio."

Julio Cortázar

miércoles, enero 11, 2006

Cartas robadas

Gracias a un amigo tránsfuga -que se cuela en el metro sin pagar cada vez que puede-, me vi obligada a recordar uno de mis delitos olvidados: tenía ocho años, tal vez menos, y en esa época había un buzón cada dos cuadras. Eran otros tiempos. La gente se sentaba y escribía en unas esquelas horribles, con líneas azules apenas trazadas, y por el otro lado se traslucía la tinta, y uno podía jugar a leer al revés. Así aprendí yo a leer 'sonerf' 'roma', 'orenid' y 'odireuq", por ejemplo, una pasión que todavía me dura.

Las cartas eran divertidas, pero delatoras. Yo metía mis manos -que en esa época eran muy pequeñas- por entre las ranuras del buzón que algunos años era azul y otros amarillo, y tanteaba adentro. El correo pasaba lunes, miércoles y viernes, así que el domingo en la tarde, por ejemplo, era fácil encontrar sobres hasta arriba. Manoteaba un poco y sacaba algunos sobres usando mis dedos como pinzas. La mayoría era celeste, con unas mínimas rayitas, y una estampilla cuidadosamente pegada. Eran los sobres nacionales. También había unos blancos con rayas rojas, y eran los internacionales, que viajaban en avión. Cuando ya era más grande se creó una suerte de esquela plegable, que se llamaba 'aerograma', y que no necesitaba estampilla. Valía 100 pesos. Algunos sobres tenían también unas rayas a pasta en todo el borde que se ensalivaba: era para que nadie más que el destinatario abriera la carta.

Me sentaba con unas tres o cuatro cada vez. A veces era difícil la caligrafía, y casi siempre eran muy aburridas. A veces, también, sacaba cadenas de correo, de ésas que te obligan a mandar otras diez misivas, y me sentía culpable por la suerte de la persona cuya cadena yo interrumpía. Algunas cartas eran de amor, sobre todo las que traían esas rayas a pasta, o saludos a parientes lejanos, que debían viajar días antes de ser leídas, y otros tantos días antes de ser contestadas con una carta que también tardaría en llegar. Yo interrumpía maléficamente ese flujo, porque aunque me encantaría decir que las volvía a pegar y a poner en el correo, o que las arreglaba o les ponía algo, la verdad es que las botaba del modo más inconsciente que se pueda imaginar. Anda a saber cuántas relaciones se rompieron por mi culpa, cuánta gente temió estar siendo espiada, cuántos reclamaron a correos.

Ahora que lo miro en perspectiva, me parece que esa compulsión por espiar escrituras ajenas era producto de una época. En Chile estábamos en plena dictadura, y nadie se mostraba tal como era, entre otras cosas porque le podía costar la vida. Las cartas hablaban por las personas desde una intimidad diferente, supongo. El tipo de letra, las faltas de ortografía, el cuidado del sobre. Todo eso definía al escribiente. Y me gustaba, aunque, por supuesto, en esa época no pensaba nada de esto.

Hoy me gusta la instantaneidad del e-mail y del chat, que te ayudan a no perder lo natural de la comunicación (en las cartas de papel el tono tendía a ser más grandilocuente y formal), me gusta la rapidez, la sensación de estar con el otro. Pero echo de menos esos buzones, esos sobres que contaban tanto de la gente, el enigma de una letra enredada, las manchas de tinta, el crujido de una esquela delgada.

Me estoy poniendo muy vieja, y por suerte no tengo hijos que me miren con cara de otro planeta, como miraba yo a mis padres cuando me hablaban del mundo antes de la televisión. La última vez que envié una carta por correo ordinario era una postal de felicitaciones por el nacimiento del hijo de un amigo. Antes de eso, un escrito anónimo para un hombre que me encantaba. Han pasado varios años, pero tengo guardadas muchas estampillas, de puro romántica.

25 Salenas, treguas y catalas:

At 4:28 p. m., Blogger Lo-que-serA dijo...

¡Anda, Cronopio robacorreo! A mí también me gusta la espontaneidad del chat y adoro la aparición del blog; pero me da angustia su virtualidad. Pensar en que ya nadie va a tener acceso al intercambio espistolar entre dos cerebros o plumas privilegiadas me da tristeza. Sí. También yo estoy vieja. De vez en cuando me dan ganas de escribir una carta pero luego me doy cuenta de que no tengo estampillas. Igual, me da ilusión recibir, alguna vez, algo más que facturas y propaganda, a mi nombre.
Abrazo de buzón abandonado.

 
At 6:14 p. m., Blogger Dannitas dijo...

Romantica... y ladrona además... jeje,
no sabias que no hay que intrusiar en el correo no se hace... pero bueno eras una niña de 8 años, se entiende.
Tantas relaciones cortadas... quien sabe ...


te mando un beso... y espero que no intrusees mas...

 
At 6:17 p. m., Blogger c. dijo...

guau... pensé que las devolvías, mala mujer, hasta me había gustado la imagen del buzón y los dedos-pinza... y sí, la margarita va, aunque creo que seremos más, mucho más de lo estimado, capaz que veas una margarita volando hacia Serrano,
saludos y nos vemos mañana aunque no nos veamos, c.

 
At 7:48 p. m., Blogger rickalgo dijo...

Qué buenos recuerdos me has traído a mi memoria frágil y descariñada. Viví intensamente más de algún amor adolescente por carta, eso cuando yo estaba en Santiago o Concepción estudiando y mi polola quedaba en mi natal Los Angeles. Tal vez te robaste alguna de esas cartas y por eso no prosperaron esos amores. No te preocupes tarde o temprano eso iba a ocurrir de todos modos.
Llegué a tu blog curioseando por aquí y por allá. Tengo la impresión que te estaré visitando a menudo.

Saludos

 
At 9:48 a. m., Blogger racarrás dijo...

huaa...

quizás por eso nunca le llegó mi carta al viejo pascuero donde le pedía la abolición de todas las fomras de explotación con el trabajador y las mejoras de las condiciones y garantías laborales.
también le pedía el retorno inmediato a la democracia.

pucha... no leiste mi carta?

 
At 11:23 a. m., Blogger D... dijo...

Mmm... a mi me pasa todo lo contrario... a pesar de las innegables ventajas del e-mail y el chat, para mi no hay nada como recibir una carta de verdad... un sobre que voló por los aires y a veces cruzó algún océano... la tinta y la caligrafía y las hojas o flores o sorpresas que traen dentro...
Son mensajes a destiempo en esta época de inmediatez tecnológica, pero recibir una carta es tan distinto...

Yo sigo escribiendo cartas de tinta y papel... y mandando todos los cachureos que quepan en un sobre de colores...

 
At 11:57 a. m., Blogger Rodrigo dijo...

Me alegro de llegar a este barrio de buzones azules y amarillos...

Decía la Violeta:

“Me mandaron un carta,
por el correo temprano,
en esa carta me dicen
que cayó preso mi hermano...”

Me acuerdo de miles de nuestras voces que, alojadas en papel, se elevaron por el cielo para de hacer de nuestras calles paisajes más luminosos....

Bonito barrio, volveré a caminar por estas calles y, evidentemente, serás bienvenida en las mías...

 
At 1:09 p. m., Blogger XXX dijo...

Qué quieres que te diga. Me hiciste pensar en el Efecto Mariposa, en la película. Es de fácil suposición decir que debes haber causado muchas reacciones o "tifones al otro lado del mundo" con el "aleteo" de tus dedos (que actuaban peor que alas de mariposa", siguiendo con la metáfora del Efecto).

Puede ser entretenido pensar en esas posibilidades. Por que son infinitas.

Ojalá que estés bien.

 
At 5:09 p. m., Blogger principio de incertidumbre dijo...

Bueno, entonces no me siento tan mal por haber robado caramelos. ¡hasta evite caries!! Y fue una sola vez. Y en Brasil, en mi viaje de egresados, me robé una estrella de mar. No soy una gran ladrona, ni tengo muchas aventuras para escriibir un policial.


La desventaja del correo actual, es que bastante caro, con relación a lo barato y expeditivo de internet. Estás a segundos de comunicarte y que te respondan.
Igual, el año pasado, recibí dos cartas.

 
At 7:43 p. m., Blogger Nidesca dijo...

¿ladrona de cartas? no es un mal oficio, y si te sirvió para aprender a leer al revés te dio una intresante visión del mundo.

saluditos.

 
At 9:35 p. m., Blogger C. dijo...

fuiste tú... quizás el mundo sería distinto si las hubieses vuelto a enviar...
aunque uso el correo electrónico y el chat...amo las cartas, los sobres , las estampillas, la fila del correo... en fin

 
At 3:23 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

tu post me genero imagenes muy lindas.....pero el final no eh!!!....no se...de solo pensar q a esa gente jamas le llego la correspondencia....mmm....no se....pero bueh....eras una niña....

particularmente me gusta esto del msn..de los mails...tambien es cierto q casi no use el correo ordinario...pero las veces q llego a mi casa una carta escrita a mano o algo de alguien q esta lejos....fue muy lindo...
no se....x un lado esta lo rapido de este mundo virtual...yo viajo bastante desde hace un tiempo y esto me permite ver a mi gente x una pantalla ...escucharlos o leerlos de una manera instantanea q bueno....es maravilloso....de todas maneras creo q el correo ordinario tiene su magia!!!

bueno...esta es la 1º vez q visito tu reciento virtual....me parecio muy lindo

 
At 5:57 p. m., Blogger A.F. dijo...

voyerista!...
buzón que se sumerge en el seso colectivo, tus manoteos modificaron la historia universal!!

 
At 6:56 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Es que el mundo

el mundo era distinto

antes del mundo.

 
At 9:41 a. m., Blogger Ezequiel Wolf dijo...

cartas sin marcar?

 
At 2:43 p. m., Blogger Explorando dijo...

yo solia mandar cartas, la ultima la envie el año pasado. y ni siquiera eran para gente lejana, la mayoria de las veces mis destinatarios vivian en mi misma ciudad...

...pero es hermosa esa magia en las cartas, esas palabras que se detienen y que llegan cuando el correo asi quiere, esto es, hasta pueden llegar muuy tarde :P

(y la estrella de mar de Pdi es hermosa, la belleza perdona el robo)

saludos reales!

 
At 10:54 p. m., Blogger ciudadano intermitente dijo...

las cartas siempre tienen ese peso morboso de la fragilidad y de la presencia.

creo q la ultima vez q escribi una carta, fue cuando estuve fuera de chile. tendre q estar "fuera" para escribir a los q estan "adentro" ?

nunca me he atrevido a comprar esas postales viejas que venden en lastarria con merced. me asusta que las hayan escrito otros y que yo sea un intruso en un flujo que continúa todavia.

te busco en mis estampillas, cronopio complice.

nos leemos

 
At 1:16 a. m., Blogger Unknown dijo...

Qué linda travesura. Ahora que lo dices com que a todos nos hubiera gustado que hubieras leído nuestras cartas y las guardaras en la memoria si valía la pena. pero no viví en Chile aunque sí escribí muchas cartas. Era lo que me daba más alegría, ir cada 8 días al correo y ver si algo había para mí.

saludos

 
At 5:19 p. m., Blogger Nachitaxxx dijo...

que amor :)
es que nada reemplaza las cartas, yo sigo escribiendo aunqu prefiero entregarlas en persona...

buenas salenas, cronopio cronopio

 
At 9:35 p. m., Blogger Astrodog dijo...

Hyper speed! Hyper hell!

 
At 7:49 p. m., Blogger RODOLFO GAINZA dijo...

Ahh, osea que no era que el coronel no tuviera quien le escribiera...

Tampoco que ella me hubiese mentido...
en realidad me escribió.

casi siempre las mejores historias nacen de la realidad. Ésta me encantó.

Un gran abrazo

 
At 5:58 p. m., Blogger C. dijo...

cronopio, cronopio, cronopio, te elijo para jugar a los cinco extraños hábitos tuyos, a mi me invito c. y pensé que te gustaría, en mi blog están las instrucciones

 
At 11:22 a. m., Blogger XXX dijo...

Uno te echa de menos blogueramente. Uno te quisiera más presente.

 
At 4:15 p. m., Blogger AGU dijo...

No desaprovecharé nunca la oportunidad de encontrar cronopios, y aquí se reunen muchos.

Donde esté el encanto del papel, que se quite la frialdad de una pantalla. Un mensaje se hace más deseable cuanto más tarda en llegar.

Encantado de conocerles, les espero en la Escuela Cronopia: http://experienciacronopia.wordpress.com/

 
At 4:45 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

Your blog keeps getting better and better! Your older articles are not as good as newer ones you have a lot more creativity and originality now keep it up!

 

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