El Refugio de los Cronopios


"Los cronopios, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio."

Julio Cortázar

viernes, noviembre 30, 2007

Contra la monarquía


"Siempre se nos destiñen los príncipes azules"

Calú


En la literatura es fácil: este es príncipe, este un hijodeputa. En la realidad, Calú, suelen venir un poquitito batidos, igual que las princesas. Ya sabes, las pequeñas poluciones de la globalización, el hacinamiento urbano, la competencia ilimitada por recursos limitados.

Supón, Calú, que te encuentras un príncipe en una barra. Uno al que has visto muchas veces, pero nunca como hoy, con su barba impecable, sus ojos de almohada, su sonrisa de notemiento. Supón que habla no sólo bien, perfectamente bien, sino que además canta. Supón que tiene una guitarra, que cruza la pierna, que cierra los párpados y se lanza con una bossa. ¿Qué harías?

Supongamos que está este tipo-príncipe, con sus canciones, su conversación, sus ojos y su hondura. Supón que tiene manos de consuelo y de descubrimiento. Supón que, además, un día fue a la guerra. Y que no se quedó en la violencia, sino que aprendió el precio de la paz. ¿No lo llevarías a tu casa, para ofrecerle cuentos y besos, en la nunca tan alta torre de tu reino al centro del fin del mundo?

Y al otro día, Calú, ¿no despertarías ebria de alegría, y transida de miedo al mismo tiempo? ¿No te has encontrado, flaca, recibiendo aliento de una boca ajena antes de descubrir que el héroe boicotea su propia felicidad? ¿Y cuántas veces en la página del libro encontraste un manchón deslavado donde antes había un protagonista y una promesa?

¿Y qué hacer, flaca? ¿Seguir besando sapos por si se convierten príncipes? ¿Seguir vigilando en las fronteras de los pantanos?

Yo me declaro incompetente. Y además me declaro impaciente, impotente, insolente, inocente. Declaro que mi radar siempre ha estado descompensado y que, cuando en busca de un dragón camuflado he encontrado un hombre real, no he sabido verlo. Me declaro tan inhábil como demente. Me declaro culpable. Me declaro perpleja de una vez y para siempre.

Y a los príncipes azules, esa entelequia que nos vendieron en la cama desde chicas, los declaro inexistentes.





11 Salenas, treguas y catalas:

At 8:21 p. m., Blogger Alejandro Gomez dijo...

¿Y si en lugar de buscar príncipes azules solo afinas el radar para encontrar hombres sensatos?
Doy fe de que existen, también de que existen príncipes, pero estos más envueltos en poder e impostura que en sensatez.

Un abrazo 'en serio'.

 
At 3:45 p. m., Blogger principio de incertidumbre dijo...

El asunto es complicado y de larguísima data...


Por suerte a mí no me llamaron mucho la atención ciertos estándares a los que estamos expuestas. Ejemplo:jamás tuve barbie y mucho menos un ken. En mi casa me compraban (mi mamá) muñecas, sí, pero de plástico pero mi mamá les hacía ropa y les tejía hasta ¡botas para esquiar!!!
Así y todo, el chip del príncipe mi parece está sin que te lo marquen. Lo aspirás desde que tenés un poco de entendimiento. Yo me acuerdo (a los 4 años) de soñar (charlando) con una compañerita que un compañero nos lleve alzadas. Ni recuerdo por qué.

Y con los que tocan guitarras: cuando era soltera ya les había hecho la cruz hace rato. Pura chachara, como dicen en mi barrio.

Hombres reales existen. Fórmula no sé si hay a mí me llegó de casualidad.

Abrazo, xime.
:)

 
At 5:44 p. m., Blogger mentecato dijo...

Gracias por tu visita. Gelman es buenísimo.

Un abrazo.

 
At 6:47 p. m., Blogger XXX dijo...

Uy, yo y mis alusiones. Esta vez me recordaste otro poema, uno de mario Benedetti que se titula "La culpa no es de uno" y que dice en su parte más sangrienta:

Creo que tenés razón
la culpa es de uno cuando no enamora
y no de los pretextos
ni del tiempo

Mientras tu te declaras tantas cosas, yo me declaro ignorante, novato, perdedor y hasta poca cosa en esto del amor. O sea, es evidente que ando desgarrado y que el momento me aburre porque hoy vengo de vuelta. Es decir, estoy lavándome o terminando de desenamorarme, pero este proceso es desabrido. No es como esos grandes momentos de gloria, cuando uno recién conoce y constata coincidencia y anda como alegre y expectante y qué sé yo.

No, estoy al otro lado, vengo de vuelta. Por eso la alusión puede ser arbitraria y delirante. Por eso canto que la culpa es de uno.

Perplejo

(En paréntesis, gracias por usar una vez la palabra dragón y una vez la palabra perplejo)

 
At 6:48 p. m., Blogger XXX dijo...

En realidad, obviamente, el poema se llama "La culpa es de uno"

 
At 9:40 p. m., Blogger Morocco dijo...

Supón que te leo y te vuelvo a leer...
Salud(os)
www.el-camilo.tk

 
At 11:10 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

Supón que por cada principe besado aparece un rotundo sapo.
Supón que por cada búsqueda, necesitas luego una buena salida.
Supón que así nomás es la vida, y que mientras cantas inmorales canciones de desamor, estará una oreja prendida a tu pecho de fuego.
Un beso inexistente para la niña de ojos......

 
At 4:42 p. m., Blogger campesina dijo...

princesa cronopia, paso sólo a dejarte cariño y gracias por las palabra siempre inteligentemente sensibles,
sigo a la recherche, mais le temps est toujours perdu...(pa que ejercite su francés)

 
At 11:32 a. m., Blogger C. dijo...

ay cronopia cronopia, definitivamente no existen, o coincidimos que mi radar también está desorientado.

un gusto re-pasar por acá
abrazos

 
At 10:07 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

cronopia, que lindas imagen.
te abrazo desde salsipuedes.

 
At 12:34 p. m., Blogger Mamerto Tetto dijo...

Esa imagen me permitio reprimir los deseos sexuales que me atormentan a diario.
Veras, soy virgen y onanista (obviamente).

Gracias por permitirme descargar mis deseos de carne infante, violencia, violaciones y vejaciones al santo cuerpo de las niñas que viven cerca de casa.

Hace dos semanas que no juego con los genitales de mi vecina y estoy un poco desesperado.

Gracias nuevamente.

 

Publicar un comentario

<< Home

Creative Commons License
Esta obra es publicada bajo una licencia Creative Commons.