Por si las dudas

Te tengo una buena noticia: la culpa no la tienes tú. Eso dice la psi. Que es de antes, mucho antes, casi demasiado antes. Que yo era tierra dispuesta a tus semillas de llanto. Que tampoco los otros tuvieron la culpa. Así venía de maltrecha yo.

Al fin, parece que siempre estuve quebrada y el agua envenenada que me diste no fue lo único que me hizo mal.

Es suerte. Es suerte que las responsabilidades se disipen, porque es el primer paso de la impunidad. Lo bueno de que yo estuviera muerta es que la sobremuerte no te la cargarán a tu cuenta.

Te felicito. Libraste otra vez.

Como cuando elegí callarme en lugar de escupirte el "vete a la mierda, hijodeputa" que debí decir. Pero así funcionaba la enfermedad.

¿Te conté que estoy bien?

No es que ahora te lo vaya a decir, eso de hijodeputa. No, hijodeputa no.

Claro que si nos topamos, por si las dudas, piensa bien si me quieres saludar o hacer el que no vio.

Cronopio escuchando No tienes corazón (Joaquín Sabina)

Y también:
Ella (Bebe)