La biblioteca
- En esos quince años me dediqué exclusivamente a poner libros. Uno tras otro. Pero de pronto pasó que no podía encontrar lo que buscaba. No sabía siquiera si estaba, si lo había prestado, si me lo habían robado. No estaba seguro de nada. Por eso me separé.
- ¿Para encontrar los libros?
- No. Para ordenarlos. Igual que cuando me fui de casa de mis padres. Sólo que con más libros.
- ¿Y ahora?
- Cuando busco uno, casi siempre lo encuentro.
- Lindo relato.
- Pero seguro que te parece de lo más raro.
- ¿El qué?
- Refundar la vida a partir de una biblioteca.
- Mmmm. ¿Y el postre? ¿te lo vas a comer?
Cronopio escuchando Y nada más (Silvio Rodríguez)
Y también:
- ¿Para encontrar los libros?
- No. Para ordenarlos. Igual que cuando me fui de casa de mis padres. Sólo que con más libros.
- ¿Y ahora?
- Cuando busco uno, casi siempre lo encuentro.
- Lindo relato.
- Pero seguro que te parece de lo más raro.
- ¿El qué?
- Refundar la vida a partir de una biblioteca.
- Mmmm. ¿Y el postre? ¿te lo vas a comer?
Cronopio escuchando Y nada más (Silvio Rodríguez)
Y también:
Fue la cronopio a las 5:40 p. m.
7 Salenas, treguas y catalas:
Sí, refundarse pasa de todas maneras por la biblioteca. Yo he reordenado de modo distinto (e inconsciente) los libros en cada cambio de casa (uf..muchos) y/o de vida (algunos..uf).
Me encantó eso de la luz y el sonido y lo de Nietsche y lo de Calvino (mi amor por éste tiene su historia). Otro botoncito de muestra de un desv(ar)ío por google: Contrato de maestras de Castilla-La Mancha - 1923: “La señorita acuerda: No andar en compañía de hombres; usar al menos dos enaguas; no usar vestidos que queden a más de cinco centímetros encima de los tobillos; no pasearse por heladerías del centro de la ciudad;no beber cerveza, vino ni whisky...".
Y él...¿se comió el postre?
¿Decir gracias? o ¿Decir ¡Hasta Cuando!?
Algunos dejamos nuestras bibliotecas para aprender a leer.
Decir si vamos por buen camino es asunto de otro cuento.
Saludos, gracias por compartir tu pluma.
Adoradísimo Malaquías,
Ni lo uno, ni lo otro, ni todo lo contrario. Con la risa de ardilla que adivino en su cara sobra y basta.
Dicen por ahí, que un libro tiene la capacidad mágica de cambiar vidas. Será cuestión de acomodarse a ellos.
Besos al pié de página
Refundar... Quisá el desorden de los libros es espejo de otros caos que hay que refundar.. Y allá nos vamos con las valijas y los caos a cuestas...
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