El Refugio de los Cronopios


"Los cronopios, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio."

Julio Cortázar

martes, septiembre 22, 2009

Bichos


Yo una vez tuve bichos. Estaba en el colegio, en quinto, y ellos estaban en la cabeza. Cuando me los descubrió la señora Jo, salí corriendo a la ducha, y me moría de asco de refregarme el pelo. La mamá también. El papá, en cambio, me secó el pelo con una toalla y me dijo que no era tan terrible, que yo era como un ecosistema, que parece que es algo bueno en general, pero no tanto cuando es en los rulos de uno.

Y también he tenido bichos ahí abajo. Es mucho más doloroso que arriba. Mucho más. Te dan ganas de hacer pipí para siempre, y arde tanto tanto que tienes que llorar un poquitito, por más valiente que seas. También dan fiebre. Por eso mi papá no lo encontró tan divertido. Menos cuando volvieron, los bichos. Y cuando volvieron a volver, porque entonces me pusieron en la muñeca una mariposa, que no es un gusanito con alas, sino un coso metálico que te atornillan a la sangre para meterte un líquido que también duele y que, además, a mí me hizo sangrar la nariz. Pero no encontraron nada, parece.

Ahora, por suerte, ya no tengo bichos de ésos en ninguna parte. Aunque la profesora dice que siempre tenemos en un sitio que no puedo decir, pero que eso es "normal". Normal es una palabra muy fea, porque quiere decir "nada especial".

Pero lo que le pasa al loco de la barba sí es espectacular. Dice que tiene unos bichos en la guata, pero que no le hacen mal. La mamá dice que hay unos gusanos que viven en las guatas de algunas personas, y que si uno no se da cuenta de que están, se comen tu comida antes que tú, y tú te vuelves flaquita y triste. Y el loco es flaco, pero no es triste. Se ríe todo el día, incluso solo. Él dice que son los bichos, que lo hacen reír.

Y no quiere ir al médico, el flaco. Quiere cuidar sus bichos de adentro y dice que son bonitos aunque yo no los pueda ver. Él sí, dice. Dice que nada de gusanos, sino unas mariposas acuáticas que le viajan por todo el cuerpo, y que si se descuida, se le escapan por el ombligo. Dice que el que se asusta de esos bichos es porque se olvidó de cómo hacerlos vivir.

Como todos dicen que el loco está loco, yo creí que decía eso de puro ídem. Pero ya no. Porque ayer vi a ese niño chino que vive al otro lado del parque. Y estuvimos conversando y de repente yo hablé algo divertido y él dijo que yo estaba loca a veces, y se rió con sus ojos chinos. Y me abrazó.

Entonces sentí que me cosquilleaba la panza y me levanté la polera para mirar. Y los dos vimos cómo salía un alita mojada y otra después, y una mariposa naranja lindísima, que me caminó por la piel y después se perdió, volando en la lluvia.

Me toqué el estómago y sentí aletear varias más. El niño chino debe creer que la que se fue es la única que tengo, y es mejor así. Porque pensará que yo ya soy normal y no tendrá susto de que otro bicho salga volando si me toca otra vez.

No diré nada, pero voy a abrazar al loco fuerte-fuerte.

Le levantaré la polera y contaré hasta diez.


Dibu: Red Bubble

Cronopio escuchando Summer (Yann Tiersen)

Y también:
The heart asks pleasure first (Michael Nyman)

6 Salenas, treguas y catalas:

At 10:34 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

También hay bichos queribles más allá de las ventanas o en las cosquillas del corazón. Una nunca sabe, sólo aparecen así, como ola o huella dactilar...Una nunca sabe. Gracias por tus textos...son lindos lindos

 
At 11:00 p. m., Blogger h.j.s. dijo...

¡Qué bonito!!!, una manera entrañable de decir. Yann Tiesen, eso escuchaba hoy por la noche al regresar.

 
At 11:48 a. m., Blogger franhilz dijo...

cuentazo.
no estamos solos aunque queramos.
damos vida a otros seres dentro - bichos, ideas, cuentos.
a veces salen sin pedir permiso.

buen relato!

 
At 1:45 p. m., Blogger silente dijo...

Sana compañía la de los bichos. Sobre todo la de esos que te protegen y anuncian buena vida.

Saludos. :)

 
At 12:07 p. m., Blogger Pedro Cárdenas dijo...

a tu salud querida Xi, los bichos de mi pasado se pegaron a mi espalda

 
At 3:51 p. m., Blogger campesina dijo...

Bichitos... me gustó mucho este texto, Xi, como siempre, íntimo y verdadero. Verosímil, quiero decir. Tierno y literariamente impecable.

Siempre hay que estar atenta para oir los aleteos, ese loco merece un abrazo fuerte fuerte, y tú, que el loco no te suelte.

besos, cronopia

 

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