El Refugio de los Cronopios


"Los cronopios, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio."

Julio Cortázar

jueves, abril 17, 2008

Mariposas

El juego consistía en atraparlas -con las manos, jamás con redes- y metérselas a la boca enseguida. Antes, él tragaba saliva y ahuecaba la lengua. Adentro, las sentía aletear, y casi las podía ver, dejando su polvo amarillo entre las rugosidades del paladar y las encías. Le hacían cosquillas.

Eran sólo unos segundos, y luego abría la boca para verlas salir volando, confundidas y vacilantes, y retomar enseguida su rumbo danzante de mariposas.

Ella llegó un día con su vestido blanco, de percal y bordados. Vaporosa, pequeña, traía sus nuve años asomados a las sandalias. Él apenas la vio, concentrado en atrapar su próxima cosquilla.

- ¿A qué juegas?
- A comer polvo de mariposas.

Y le mostró cómo se hacía. Incluso atrapó una para ella; la niña la tomó, la retuvo en su boca unos minutos y la dejó salir.

- ¿Y ahora?
- Ahora atrapas otra.
- Qué aburrido.

Las niñas, siempre las niñas. No entienden nada. Y siguió buscando alas entre el césped, con el ceño fruncido, sin mirarla.

Volvió la chica al otro día, con trenzas y descalza. Él la vio de lejos, pero la ignoró. Acababa de echarse una mariposa en la boca, cuando ella se le plantó enfrente, y cruzó los brazos, resuelta, autoritaria.

- Pásamela.

Y se le acercó, suave pero definitiva, hasta tocar sus labios con los de él. Abrieron la boca, una sola. Dentro de esa cavidad hubo silencio, y voló una mariposa.

Él se retiró, asustado. Ella, inmóvil, sintió un batir de alas elevarse desde su lengua hacia el sol, y sonrió. Luego salió corriendo, y, ya lejos, le hizo señas.

- ¡Mañana me pasas otra! - fue lo último que se escuchó.

(Tomada de un cuento catalán, llevado a la oralidad por José Luis Mellado, y re-traicionado en el papel, patudamente, por mí...)

Cronopio escuchando Butterflies (Alicia Keys)

martes, abril 01, 2008

Missing


"Refugios.
No lugares.
Un terror indecible.
Me veo y me evito."

Javier Abarca. Elementos.


Se busca hombre en una isla. Se busca barba en una playa, boca en una cerveza, nubes perfumadas en una sala. Se busca un par de gafas en un sillón de lectura, un libro en una mano, una espalda desnuda.

Se busca cuerpo de más de cuarenta, ciudad capital compartida, se busca risa grave y voz de borde costero.

Informaciones recientes hablan la conspiración de los relojes, de un equinoccio desafortunado. Antecedentes adicionales: extensión de jornadas, esclavismo postmodernista.

Alicia anda desencontrada al otro lado del espejo. El sombrerero no la invita hoy a tomar el té. Detrás de un conejo se deja conducir por los agujeros que la agrandan y la empequeñecen, dependiendo del veneno que se dé de beber. Detrás del papelito que dice "bébeme" escribe un aviso de búsqueda y lo prende en un árbol, justo cuando la reina grita que le corten la cabeza.

Abre los ojos, grandes grandes. Es su no cumpleaños justo hoy, pero no festeja. Una oruga de humo se ha guardado el país de las maravillas.

Cronopio escuchando Romina (Alejandro Filio)

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