Lexikoshka
Palabras dentro de la palabra. Una relata: érase alguien que vendía frases, que se ganaba la vida inventando qué decir. Fue entonces que ella misma comenzó a hacer dinero creando historias de inventahistorias. Cuento sin moraleja: las palabras, aunque parezca absurdo, son algo que se puede vender, pero no comprar. Y ahí, vértigo de infinitud.
Sólo eso. Escribe el cronopio confundido una historia sobre la que cuenta historias de uno que cuenta historias. Institintivamente, miro sobre el hombro. Pero no. A los personajes nos está vedado conocer al narrador que nos escribirá.