El Refugio de los Cronopios


"Los cronopios, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio."

Julio Cortázar

miércoles, abril 07, 2010

Quiltra



Soy como los perros y eso es terrible. Soy una cazadora de olores. Así me fidelizo y me envicio, rechazo y vuelvo, descarto, insisto. Así reconozco mi entorno invisible y miro desde otro sitio. Descubro huellas de otras personas en una piel, develo hábitos de higiene y de uso, conjeturo comportamientos. Y es terrible. No sólo por la discriminación olfativa que practico y de la que soy culpable, sino porque el aroma va por rieles a menudo sorpresivos y jamás formales.

Una pierna que se abre, un aroma que trepa por el aire. Y el descubrimiento de intenciones de quien te habla en tono laboral. ¿Sabe usted lo que es oler una erección a diez metros, con sus flujos consiguientes? ¿Sabe cómo me mortifica sentirme el aroma de otro cuerpo en la ropa interior? ¿Sabe lo que es no poder sacar la nariz de un cuello, tener un mapa olfativo de la ciudad, perseguir hombres por cuadras y cuadras sólo porque tienen un PH inevitable?

¿Sabe lo que es evocar entre fantasías un aliento antes que una imagen? ¿Sabe lo que es vagar como una sombra equívoca buscando un cuerpo, en ese cuerpo una ingle, en esa ingle un olor?

Cruzo las piernas y dejo de escribir. No sea cosa de que alguien sea como yo y me delate otra vez.

Fotografía: PepeGrafia

Cronopio escuchando Aviéntame (Café Tacuba)

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