“De todas las cumbias que canto
esta es la más preferida
porque un día la canté
para dejarte dormida”
Tommy Rey“When we dance
angels will run and hide their wings”
Sting
Tommy Rey y su sonora suenan en vivo.
Medley de las canciones que siempre condensan en una sola y larga secuencia. Es medianoche y se ha instalado la fiesta en la cena institucional. Bailo con el garzón que todos los días hace andar el café con leche de la mañana. Por fin no está sirviendo, sino servido.
Muchachita, muchachita, la peineta, ponete al pelo, y me balanceo desprevenidamente, seguramente giro (
¡gírale!), pobre caminante, que cansado va… y entonces, de súbito, desde el fondo del 99, o del 2000, o del 2001 o de cualquiera de los años que le siguieron hasta el 2006, viene, de todas las cumbias que canto, la que es mi más preferida, porque un día la cantaste para dejarme dormida.
Y te veo con un cigarro entre los dedos, o con un ron añejo, o con ambos, tal como te vi la primera vez, en un antro perdido (cerveza y cigarro en la mano izquierda, pelo largo, chaleco artesanal, entrando por la puerta con tu altura jurásica, tus dientes como estandarte y tus pecas insolentes). Te veo cantando con la boca torcida, cumbia para adormecerte, con ese ritmo envidiable y aquel vaivén de álamo.
Cierro los ojos, transportada, y no bailo más con el garzón: bailo contigo, dos minutos, nuestra cumbia más preferida, que siempre siempre siempre nos hizo tanto reír.
Suenan luego los primeros acordes de El Galeón Español. Abro los ojos, todavía ebria de antaño, pero entro en la realidad de a poco y, con una sonrisa de alegría presente, comienzo a girar otra vez.
Cronopio escuchando medley con Cumbia para adormecerte (Tommy Rey)
Y también:
When we dance (Sting)