El Refugio de los Cronopios


"Los cronopios, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio."

Julio Cortázar

martes, agosto 26, 2008

Debutar


"Nada era mío
mucho tomé
si hacía frío
no me abrigué

sabiendo, sabiendo
sabiendo
al viento puse fe"

Chinoy

Es como con los codos: siempre que me duelen, algo malo va a pasar. Es infalible, igual que los viejos y la presión atmosférica.

Es como con los codos. Si sangran las encías, es hora de quedarse quieta. De poner en cuarentena la casa y dejarse manchar. Con algo de suerte, se hace costra la herida de un mal ayer.

Aunque las encías sangren más.

“Este año debuto como ganadora”, me dice convencida la crespa, tan niña y tan pero tan sabia. La abrazo apretado y me abandero con ella. Yo quiero debutar, también.

Cronopio escuchando Barcos de cristal (Manuel García)

Y también:
Sanar (Jorge Drexler)
Para el final (Chinoy)
Ella (Bebe)

miércoles, agosto 20, 2008

¿Eliminar? (F.G. No será notificado)


Tengo un muerto en mi Facebook.

Y no, no es una de esas metáforas clásicas. Es pura y dura realidad (un muerto ¿es una realidad o dejó de serlo?)

Me llaman en domingo, para decirme que F.G. murió. Suponen que soy su amiga. No lo soy. En realidad, no lo conozco, aunque es probable que nos hayamos cruzado más de una vez. Pero es amigo de varios amigos, de modo que lo lamento genuinamente, solidariamente. Y lo olvido, como es lógico, cinco minutos después.

El lunes, ajena ya por completo a este anuncio, encuentro en mis notificaciones de Facebook la actualización de estado hecha el mismo domingo en la mañana, por F.G. Descubro con asombro que sí éramos “amigos”. Aunque no lo fuéramos. Entro en su página. A destiempo, me asomo mínimamente a él. El muro está lleno de condolencias, de mensajes que F.G. no leerá.
Cuando F.G. estuvo vivo nunca lo noté. Ahora, en cambio, no me atrevo a apretar “eliminar”.
¿Va a estar siempre ahí, como un memorial?

Si la red es una emulación de la res, ¿cuál es el lugar de los muertos? ¿Dónde ponemos la lápida, dónde se juega el luto, quién escribe el epitafio, cómo se descansa en paz?

Tengo un muerto en Facebook. Algún día tendré muchos más. Porque la existencia es ese fantasma inminente que no se deja sobornar.



jueves, agosto 07, 2008

Privación


No me alcanza con los pedazos de entereza que generosamente me regalan. No basta con la solidaridad genuina, las dentelladas de rabia, las horas que ocupo febrilmente, los nombres que pronuncio para tapar tu ausencia.

Cuando llego a casa, cuando me despierto y no está tu piel, cuando convoco con mis labios tus marcas, tus pelos, tus sabores, tus cicatrices, cuando la nariz se llena de tu aroma, cuando escucho en silencio lo que cantabas a voz en cuello, cuando leo lo que dijimos, cuando palpo lo que falta, cuando me invades en medio de un chiste o una conversación, cuando recorro geografías que poblamos, no me alcanza.

No me alcanzan la sabiduría ni el valor. No me alcanzan los insultos ni las explicaciones. No me alcanzan las lágrimas ni los consuelos. No me alcanzan las manos ni la lengua. No me alcanza la fe, no me alcanza el corazón.

Tiemblo hundida de invierno, congelada de sorpresa, enferma de abandono. Me acurruco en una acera que no me ve, oscura como la confesión de un torturador, oscura como el mañana que no tuvimos, y todas las putas luces de la ciudad no me alcanzan.

Cronopio escuchando Tu mirá (Lole y Manuel)

Y también:
NN (Chinoy)
Leche cortada (Guille Arancibia)

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