Blue Rondo

- No lo sé.
Se le iluminaron los ojos:
- Cuando no sabes lo que es, entonces es jazz"
Alessandro Baricco. Novecento
Dicen que cuando David Brubeck hizo su "Blue Rondo a la Turk", lo tituló de esa manera no sólo porque estaba en un ritmo 9/8, que es un tipo de ritmo turco, sino también para "parafrasear" a Mozart y el final de su Marcha Turca, el "Rondo Alla Turca". Una paráfrasis bastante más lejana que la cita formal que, también desde el jazz, hiciera el turco Fazil Say y que es absolutamente asombrosa.
Dicen que cuando a alguien se le instala esta música específica en la memoria de los tímpanos, no duerme, no descansa, no conversa y sólo transita con los ojos cerrados evocando esa sensación.
Dicen que, pese a este riesgo mortal, cuando hay Brubeck en el ambiente, las copas huelen mejor y los cigarrillos se vuelven eróticos sin más.
Dicen que cuando el piano-jazz se estrella contra las orejas, hay un estallido nuclear que transforma los pies en ritmo y el corazón en un instrumento.
En esas noches ebrias de Blue Rondo, dicen, cualquier cosa podría pasar.
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